Los trabajadores y directivos están sometidos a un estrés continuado en el entorno de trabajo. Y es que el hecho de hacer tantas horas puede llegar a pasar factura, tanto a nuestro cuerpo, cómo a nuestra mente. Para retrasar la fatiga y maximizar el rendimiento, todos los elementos de la oficina deben de estar estratégicamente situados y pensados para adaptarse a las necesidades de los usuarios. Debemos apostar por máxima comodidad, aunque sin perder de vista la estética.
Obviamente, todos los empleados y directivos suelen trabajar sentados en una oficina y, por esta razón, necesitarán de una silla ejecutiva cómoda que consiga esa comodidad. El hecho de no elegir una buena silla, puede provocar dolencias importantes que, si no se tratan a tiempo, podrían terminar convirtiéndose lesiones.
La silla debe de ser perfecta… aunque también es cierto que el concepto de perfección puede ser distinto en base a lo que piense cada persona. En este artículo, vamos a analizar con detalle en todo lo que nos tenemos que basar para elegir la silla ejecutiva.
Seguro que has pasado mucho tiempo delante de un escritorio, ya sea por trabajo, ya sea por ocio. Si estás este tiempo en una silla de mala calidad, en muy poco tiempo querrás levantarte, ya que tendrás la espalda machacada, además de experimentar dolor en prácticamente cualquier parte del mundo.
Puedes pedir opinión a familiares, conocidos y/o compañeros de trabajo para que te ayuden a escoger las sillas ejecutivas que buscas… sin embargo, recuerda que tú eres quien tienes la última palabra, y que vale la pena que la pruebes por ti mismo antes de tomar la decisión.
También hay que considerar que el hecho de escoger una silla demasiado ostentosa podría abrir todo un abismo entre los trabajadores y los directivos, algo que no siempre es demasiado positivo.
Con estas líneas, es muy probable que te hayamos confundido más que ayudarte; por ello, vamos a analizar todos los factores que debes de evaluar para hacerte con una silla ejecutiva de calidad.
La silla debe de ser cómoda, se debe de haber diseñado con materiales de la máxima calidad del mercado. No solamente tiene que aguantar nuestro peso, si no también el uso continuado y el paso del tiempo. Piensa que la silla no es solamente un elemento que nos debe de sorprender en un primer momento, y hacer que estemos cómodos durante la primera hora. Va a acompañarnos durante largas jornadas laborales, en dónde el estrés estará a flor de piel. Si no queremos que el estrés aumente absurdamente por el dolor que nos produciría una mala silla en el cuerpo, elige el modelo más cómodo posible.
Para asegurarnos de que las sillas ejecutivas se van a adaptar a nuestro cuerpo, analiza si dispone de apoyo lumbar¸ si cuenta con un reposacabezas o si también dispone de un descansa brazos.
Es cierto que estos elementos pueden encarecer un poco el coste de la silla, pero te aseguramos que se trata de una inversión que no vas a tardar en ver revalorizada.
La silla también debe de ser robusta, es decir, que nos debe de proporcionar una buena estabilidad. Los expertos recomiendan elegir una silla ejecutiva que conste de 5 patas; gracias a esto, evitaremos perder el equilibrio y cualquier incidente relacionado. Deberías de apostar por un modelo que sea grande, que se adapte al cuerpo de cada trabajador y que se note que es resistente, que valga la pena pagar por ella.
En la ficha técnica de las sillas ejecutivas se indicará el peso máximo que puede soportar; bajo ningún concepto se puede exceder, porqué la silla no será capaz de soportarlo y se estropeará, con todo lo que ello suponga.
Ya hemos hablado de la importancia de elegir un material de calidad… ¿Pero a que nos referimos exactamente con esto? Necesitamos apostar por un material que no sea ni demasiado caluroso (para no asarnos en verano), ni demasiado frío (para evitar pasar frío cuando llegue el invierno).
Una buena opción es comprar una silla ejecutiva de piel, ya que consiguen mantener la temperatura idónea en cualquier caso. Eso si, pueden elevar un poco el presupuesto que tenías en mente poder pagar por ellas.
Lo más habitual es que compremos una silla ejecutiva de color negro o blanco, de una sola tonalidad, la opción más clásica. Tienen la particularidad de poder integrase muy bien en prácticamente cualquier tipo de entorno. Suelen tener un buen respaldo que se eleva por encima de la cabeza del usuario, un reposa brazos para descansar las extremidades…
Sin embargo, la moda ha cambiado mucho llegando también a las sillas ejecutivas. En otras palabras, si no quieres comprar una silla con los colores de siempre, no tendrá que hacerlo. Podrás encontrar opciones más o menos modernas, adaptándose tanto a tu estilo personal, cómo al de la propia compañía (extendiendo la imagen de marca de la misma).
Además de todos los criterios que hemos visto en los puntos anteriores, queremos recordarte que:
–No todas las sillas son adecuadas para adaptarse a todas las personas. La selección también dependerá de la altura del usuario, del peso, de si tienen o no algún tipo de lesión, del tiempo que vayan a estar trabajando, de si se pueden regular o no, etc.
–No todas las sillas valen para cualquier tipo de empleo. Por ejemplo, un directivo que utiliza su ordenador portátil en la oficina puede no necesitar la misma silla ejecutiva que un teleoperador que sólo necesite utilizar su teléfono. Es posible que en el primer caso, la inclinación del cuerpo sea distinta, por lo que la silla tenga que ser lo más cómoda y ergonómica posible.
Ahora que ya sabes la importancia de elegir una buena silla ejecutiva, sigue estos consejos y podrás encontrar la mejor en tu caso.