Cómo convertir tu oficina en un espacio saludable y funcional (parte I)

Una oficina es mucho más que el lugar donde desarrollas tu trabajo. Piénsalo. Es tal vez el sitio donde más tiempo pasas después de tu hogar. Merece, por tanto, toda tu atención para hacer de ella un espacio confortable, que te ayude a ser productivo, y que además cuide de tu salud. A tal efecto, cuatro son los aspectos esenciales que deberías tener en cuenta: mobiliario, decoración, iluminación y ambiente. Elementos muy relacionados entre sí, pero que en esta serie de posts vamos a desgranar para ofrecerte útiles consejos que te ayudarán a conseguir una oficina sana y funcional.

Empecemos por el primero de ellos:

Mobiliario: Los muebles de tu oficina son como los huesos de tu esqueleto, aportan el soporte físico para tu actividad. De forma que contar con un mobiliario resistente y duradero, pero a la vez flexible y adaptable se antoja fundamental en toda oficina del siglo XXI.

Lo primero qué deberías preguntarte antes de amueblar tu oficina, es qué tipo de necesidades son inherentes a tu trabajo. Así pues, si tú o tus empleados pasáis la mayor parte del tiempo sentados frente a la pantalla de un ordenador, apuesta sin duda por una sillería de trabajo ergonómica que dé respuesta de forma confortable a las necesidades de movilidad de todos los usuarios. Asegúrate de que las sillas cuenten con mínimo cinco puntos de apoyo sobre el suelo, y de que incorporen respaldos de alta recuperación, regulación del apoyo lumbar y brazos ajustables en altura.

Para otras zonas de tu oficina: salas de reunión, áreas de espera, salones de actos… Una excelente solución son las sillas multifuncionales. Además de que podrás encontrarlas en una extensa gama de materiales y acabados diferentes, también te permitirán escoger diferentes configuraciones en función de los usos que quieras darles: con pala, apilable, plegable, con o sin brazos, de 4 patas, de pata patín, de pie de araña, con ruedas…

Respecto a las mesas, podrás elegir tanto aquellas que te permitan instalar puestos de trabajo individuales como compartidos. Si bien, te recomendamos estas últimas –siempre que tu actividad lo permita– ya que no es ningún secreto que el hecho de contar con espacios de trabajo comunes favorece el compañerismo y la cooperación entre trabajadores.

A la hora de elegir una mesa, valora que el plano de trabajo esté a la altura adecuada (ver Fig. 1), y a su vez que deje el suficiente espacio libre en profundidad y los laterales para garantizar el confort postural (ver Fig. 2).

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Fig. 1: Altura del plano de trabajo para puestos de trabajo sentado (cotas en mm). FUENTE: https://estrucplan.com.ar/

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Fig. 2: Arco horizontal de alcance del brazo y área de trabajo sobre una mesa (cotas en mm). FUENTE: https://estrucplan.com.ar/

Tal y como ocurría con las sillas, si tu oficina requiere de un equipamiento versátil y polivalente, contempla utilizar mesas multifuncionales que dispongan de ruedas y superficies abatibles, o incluso de patas plegables que te permitan atajar problemas de espacio. Y por último, pero no por ello menos importante, si las mesas están destinadas a servir de soporte para un ordenador o monitor, asegúrate de que cuenten con las soluciones electrificación adecuadas. Ya que no querrás ver cables y más cables invadiendo tu espacio de trabajo.

En el siguiente post de esta serie profundizaremos en aspectos tan cruciales como son la decoración, la iluminación y el ambiente. Si bien, te recomendamos que a la hora de amueblar, acondicionar o decorar una oficina tengas siempre presente el asesoramiento que pueden ofrecerte los profesionales del sector.

Recuerda que en Spacioveintiuno estaremos encantados de ayudarte haciendo un estudio de tu proyecto gratis y sin ningún tipo de compromiso.

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