¿Qué es un sillón de despacho ergonómico? A día de hoy, supone una práctica herramienta de trabajo cada día más demandada a la hora de diseñar oficinas. Los directores de oficinas se han dado cuenta de que la única manera de aumenta el rendimiento del negocio es creando un clima de trabajo favorable entre los empleados. Estos pasan mucho tiempo en la oficina, con largas jornadas, situaciones que incrementan el estrés, y problemas que no siempre se pueden solucionar en el momento.
Los sillones ergonómicos se adaptan al cuerpo de cada trabajador, potenciando la comodidad. Al mismo tiempo, evita que se puedan producir dolores importantes en la zona de la espalda, cervicales, cuello, riñones, así como en cualquier otro lugar. Estos pequeños dolores, que en un momento dado nos pueden parecer secundarios, podrían llegar a incrementarse con el paso del tiempo, convirtiéndose en una dolencia que podría entrañar un tratamiento mucho más complejo.
Existen unas normas de salud postural que la empresa debe de esforzarse en implementar y en hacer que conozcan sus empleados. Es cierto que el hecho de estar invirtiendo en sillones de despacho de calidad (sobre todo si ya se cuenta con un tipo de mobiliario completo), puede suponer que la empresa tenga que hacer un desembolso económico importante, y que no esté dispuesto a ello.
Pero si se razona, se llegará a la conclusión de que es una inversión que no tardará en rentabilizarse.
-Si un usuario no trabaja cómodamente, hará más pausas para intentar aliviar esa presión que le produce el sillón que utiliza. Además, no siempre podrá concentrarse en lo que está haciendo. Todo ello se resume en una reducción importante del rendimiento de la empresa y, por ende, en cambios económicos de importancia.
-También tenemos que recordar que un pequeño dolor, con el paso del tiempo, se puede convertir en una lesión importante. Si el trabajador está mal, lo más lógico es que termine pidiendo la baja. Esto supondrá que la empresa tendrá que afrontar los gastos de buscar a un sustituto, aquellos derivados de su formación, y cualquier otro tipo de pago inesperado (por ejemplo, el propio trabajador lesionado podría denunciar a la entidad por utilizar un tipo de mobiliario inadecuado para desempeñar su actividad).
Considerado que todo esto puede pasar (no es nada descabellado), habría valido la pena comprar sillones de despacho de calidad desde un primer momento ya que, a la larga, se habría acabado ahorrando mucho dinero.
Un error muy habitual es pensar que cualquier sillón caro es ergonómico. También es cierto que muchas entidades venden sillones como ergonómicos, cuando realmente no lo son ni por asomo.
La estética es una característica básica de los sillones de despacho ergonómicos. Muchas personas, cuando escuchan hablar de este sillón, idealizan el clásico sillón de piel negro. Sin embargo, este tipo de mobiliario ha evolucionado mucho con el paso del tiempo, por lo que ahora podemos encontrar sillones ergonómicos disponibles en una gran cantidad de estilos, materiales y hasta texturas.
Otra característica que se debe de evaluar para determinar si un sillón es o no ergonómico, es la regulación del asiento. Debería de ajustarse a las necesidades del trabajador, ayudándole a mantener una postura correcta, pero al mismo tiempo cómoda.
En este punto conviene destacar que no solo nos interesa que el asiento se regule en altura, si no que no estaría de más que se pudiera regular también en profundidad, así como en inclinación. Hay que considerar que no podemos mantener la postura durante mucho tiempo, ya que nuestro propio cuerpo nos “invitará a cambiarla”. Es por ello, por lo que los sillones ergonómicos que vamos a comprar, deberían de facilitarlos este cambio de postura.
Ideal para evitar el habitual dolor de cuello que se produce cuando llevamos mucho delante de un escritorio. Consigue un alivio muy interesante, que evitará que el trabajador se tenga que levantar una y otra vez para intentar que cese el dolor.
El reposabrazos alivia la tensión de los brazos. Esto suele ser habitual en aquellas personas que trabajan delante de un ordenador durante mucho tiempo. Aunque en un primer momento no parezca un elemento determinante, cuando lleves un par de hora en tensión será cuando se empiecen a cargar estas extremidades, pudiendo producir cansancio y lesiones de importancia en el futuro.
Deberían de ajustarse a la altura del usuario. Y es que este elemento nos permite mantener cómodamente tanto los brazos, los hombros, el cuello, incluso a las manos, retrasando la fatiga el máximo tiempo posible.
Este sillón se nos presenta como un tipo de plataforma clave para poder utilizar ciertos dispositivos electrónicos, cómo puede ser una Tablet o un ordenador portátil. Solemos cometer el error de adoptar posturas incorrectas al utilizar este tipo de dispositivos, con la falsa creencia de que estamos cómodos. El sillón ergonómico Work Assistant nos permite adaptar esta silla a lo que el empleado puede necesitar en cualquier momento, para cualquier actividad relacionada con la empresa.
Este sillón es el resultado de una completa investigación que fue llevada a cabo por Sedus (el reconocimiento fabricante de sillas) con la Universidad de Munich. Se confeccionan partiendo de la base de que el ser humano tiene que estar en movimiento y que si estamos sentados durante mucho tiempo, es imperativo cambiar de postura para lograr la máxima comodidad. El problema viene cuando descubrimos que la gran mayoría de sillas no han sido diseñadas para adaptarse a estos movimientos.
Los sillones de despacho de la marca disponen de varios elementos ajustables, adaptándose a los cambios de postura, además de ayudándose a lograr la más alta comodidad posible.
Hazte con un sillón de despacho ergonómico y verás cómo trabajar será una completa gozada.