En las reuniones se cierran tratos de gran importancia, cruciales para cualquier tipo de entidad. Se realizan en salas especiales en dónde todo está medido para conseguir el mejor trato posible; se busca que todos los asistentes a las mismas estén cómodos, para inclinar la balanza al lado en el que se encuentre la empresa. También incentiva una buena toma de decisiones, crea un clima clave para solucionar todo tipo de conflictos, así como diferentes situaciones relacionadas.
La mesa de reuniones es un elemento que, aunque pueda parecer secundario, tiene mucha más importancia de lo que nos podamos llegar a imaginar.
Si todavía no sabes que mesa de reuniones elegir para la sala en cuestión, nosotros te podemos echar una mano.
La principal particularidad de estas mesas para reuniones es que tienen un tamaño más bien reducido, con un diámetro que llegará hasta 1,20m, o con los lados con el mismo tamaño. Si tenemos una sala de reuniones no demasiado extensa, no podemos elegir mesas muy grandes, ya que lo único que conseguiremos es sobresaturar el espacio. Con las mesas para reuniones de forma cuadrada o redonda, conseguiremos aprovechar ese espacio, evitando que quede muy congestionado.
Cómo ejemplo, estas mesas son muy utilizadas para entrevistas personales, o bien para hacer una reunión con pequeños equipos laborales.
Nuestra siguiente propuesta de mesa de juntas, son las rectangulares; si has visitado muchas salas de reuniones, sabrás son el tipo de mesa más habitual. Están destinadas para lugares en donde el espacio no es ningún problema; los integrantes de la misma se pueden colocar en ambos lados y las personas importantes, como el Presidente de la compañía, se puede colocar en cualquiera de los extremos.
Tienen la misma forma de la habitación en dónde se colocan, por lo que la adaptación es perfecta.
Las mesas ovaladas comparten prácticamente las mismas características, aunque se consideran un poco más modernas, ideales para oficinas de hoy en día.
En cuanto a su tamaño, podemos encontrar toda una gran variedad de modelos, para ajustarse a cualquier tipo de espacio. Es decir, que no importará si tenemos una oficina más grande, o con un tamaño algo más reducido, no tardaremos en encontrar mesas para reuniones de forma rectangular u ovalada que nos ayude a lograr nuestros objetivos.
Un buen ejemplo de mesa de reuniones es el modelo RYM. Se caracteriza por haber sido confeccionado con una estructura de metal muy resistente al uso, al paso del tiempo, así como al peso que se le pueda colocar a lo largo de su superficie. En este caso, tiene un tamaño exacto de 4 m (largo) x 1,20 m (ancho), con 4 patas altamente resistentes.
Si en la oficina no nos sobran salas precisamente, y concretamente la sala de reuniones se utiliza para varias cosas, lo más práctico es apostar por una mesa de reuniones que sea plegable o abatible. Se caracterizan por contar con un tablero que se puede colocar y desplegar cuando se nos antoje. Incluso, algunos modelos no necesitan estar siempre en la misma sala, si no que disponen de ruedas para poder transportarlos de un lugar a otro con el mínimo esfuerzo asociado.
Cómo ya hemos comentado, el objetivo de estas mesas es no dedicar la sala al mismo uso. En un momento dado se puede organizar una reunión, pero, una vez acabada, la mesa se puede recoger y utilizarse para cualquier otra necesidad.
La única pega que se les puede poner es que su coste es bastante más elevado que otras mesas que podemos encontrar en el mercado; sin embargo, teniendo en cuenta su practicidad, te aseguramos que merecen la pena.
Podemos encontrarlas a partir de 1,2m (de ancho) aproximadamente, aunque hay de todo.
Las mesas para reuniones compuestas, por su parte, son perfectas para adaptarse a eventos masivos, como una firma entre socios. Ayudan a que los diferentes usuarios se puedan ver en todo momento, potenciando el intercambio de opiniones.
Pueden adoptar diferentes disposiciones: lo más habitual son aquellas mesas que tienen forma de ‘U’, pero también las hay con forma rectangular, o con formas de lo más variadas.
Obviamente, estamos hablando de un tipo de mesa que requerirá de bastante espacio para poder colocarla, por lo que no es apto para pequeñas oficinas o salas de reuniones. Cada vez son más las empresas las que apuestan por este tipo de mesa de reuniones, ya que confiere a la sala un aire de modernidad, pero sin perder de vista ni por un momento la seriedad que caracterizará a cualquier tipo de situación.
Son una opción bastante económica, y es que están formadas a través de una serie de tableros que comparten la misma estructura. Además, se pueden ajustar exactamente al espacio que se tenga disponible y es que la gran mayoría de estas mesas se confeccionan a medida, por lo que tan solo es cuestión de elegir un fabricante que pueda adaptarse a lo que buscamos.
Y terminamos con estos tipos de mesas de reuniones, pensadas para encuentros rápidos que puede darse en el día a día. Puede ser que queramos crear un punto de encuentro con un cliente que nos pueda visitar, crear una zona informal para tomar un café en algún momento del día, o simplemente para que los trabajadores tengan un área de esparcimiento que les ayude a relajarse del estrés que acumulan. Incluso, hay algunas empresas que las utilizan como punto base para iniciar las videoconferencias, ya que crearán un trasfondo clave para potenciar la comunicación entre usuarios.
También suelen ser mesas bastante económicas, pero habrá que considerar que la mayoría de los modelos son pequeños, para un grupo de unas 4-5 personas aproximadamente.
Teniendo en cuenta estos tipos de mesas para reuniones, podremos elegir el que mejor nos convenga en cada caso.