De un tiempo a esta parte, la conciliación familiar y laboral se ha convertido en un tema de actualidad. Cada vez más, podemos observar cómo personajes públicos acuden a sus puestos de trabajo con sus hijos e hijas, tratando de mostrar normalidad ante una situación que suscita un gran debate sobre la conveniencia de esta práctica.
Pero, más allá de opiniones antagónicas, subyace el cambio sustancial que se ha venido fraguando a lo largo de los últimos años en la tradicional división entre espacio de trabajo y vida familiar. La cultura del trabajo ha ido evolucionando hacia mecanismos más flexibles, en pos de hacer que los empleados se sientan más cómodos en sus puestos de trabajo, como medio para aumentar la productividad. Si no, ¿Quién iba a pensar hace 20 o 30 años que el color de la oficina, o las zonas de descanso en la oficina tuviesen repercusión en la productividad?
¿Es buena idea llevar a los niños al trabajo?
Hay expertos que destacan de forma positiva la inclusión natural de los niños en la oficina, ya que pueden ayudar a romper el rigor escénico y a reducir la tensión y el estrés tan característicos de cualquier espacio de trabajo. Además, pueden servir como catalizadores de valores interesantes para la empresa desde el punto de vista humano. También es un medio para que los padres y madres no tengan que hacer malabarismos a la hora de compaginar su carrera profesional y su vida familiar.
No obstante, hay quien aduce que esta tendencia puede provocar distracciones y problemas derivados del posible mal comportamiento de los niños, por lo que no resulta una idea acertada, si bien es cierto que quienes argumentan a favor de esta práctica recomiendan llevarlos ocasionalmente, no todos los días de continuo.
¿Cómo diseñar un espacio en el que se sientan cómodos?
Desde Spacio21, como expertos en diseño de espacios de trabajo que somos, no nos cabe duda de que puestos a considerar apropiado acudir a la oficina con los niños, es absolutamente necesario que estos cuenten con su espacio propio, en el cual puedan distraerse, jugar y pasar el tiempo de la manera más relajada posible.
Para ello, es fundamental contar con un mobiliario de oficina acorde a las necesidades de los más pequeños. Mesas, sillas, material de oficina… Todos los elementos han de estar pensados para permitir a los niños jugar tranquilos, y a los padres dedicarse a sus tareas sin mayores distracciones.
Una buena idea puede ser crear un espacio que emule al de los padres, pero a escala reducida, permitiendo a los niños jugar a ser mayores y a los mayores, despreocuparse de los niños sabiendo que estos disfrutan del tiempo que pasan allí.
Y tú, ¿Has llevado alguna vez a tus hijos al trabajo?