Cuando el escriba babilonio Ebih-Il le adosó unas patas y un respaldo a una tabla de madera allá por el Antiguo Egipto jamás imaginaría las cotas que alcanzaría su nueva creación: la silla. En primera instancia solo estuvo al alcance de un puñado de faraones y emperadores, como símbolo de poder sobre el resto de sus súbditos. Talladas en marfil, oro o ébano, este tipo de mueble representaba el triunfo de la casta por encima de la plebe y abría una brecha entre la opulencia y la pobreza.
Casi 5.000 años después, la silla ya forma parte de nuestras vidas. Lejos de quedarse estancada, la innovación y el diseño son dos atributos que se encuentran estrechamente ligados a la hora de fabricar, comercializar y valorar este mueble. Tal es así que desde 1953 y de forma anual se entregan en la ciudad germana de Múnich los premios IF Design Award, donde numerosas personas se congregan para galardonar a los muebles más destacados del año, cada cual en su categoría. Este año, la silla WING de Actiu ha sido una de las afortunadas al representar con exactitud la excelencia y la calidad en su diseño, cumpliendo con los cánones del jurado, formado por un comité internacional de expertos.
La silla WING, concebida por los diseñadores Ramos & Bassols, encarna la robustez y la estabilidad. Fabricada a través de la inyección de gas, su creación da como fruto la unión de piezas con una compactación extra, una reducción en su peso y la eliminación de posibles deformaciones. Ligera, manejable y con posibilidad de ser apilada, WING ofrece ese matiz de confort y robustez exigido en todo mobiliario de oficina. Elegancia, tradición y comodidad en una sola silla.
El próximo 27 de febrero se hará entrega del galardón en la ceremonia prevista en el BMW Welt de Múnich, delante de más de 2.000 personas.