Paulatinamente las empresas dedican mayores esfuerzos en invertir en oficinas sostenibles; espacios especiales y diferentes donde los empleados encuentren un extra de motivación que potencie la creatividad y la producción. En esta línea, un buen número de organizaciones están dando un mayor protagonismo a la introducción de elementos respetuosos con el medio ambiente en aras de despertar en sus trabajadores una conciencia verde.

Al hilo de lo anterior, las oficinas que siguen estas directrices presentan en la mayoría de ocasiones un denominador común: el mobiliario sostenible. El cartón, los pallets o el papel reciclado copan todas las miradas en esta nueva tendencia de diseño de oficinas, dónde lo construido con materiales naturales y reciclados comienza a prevalecer sobre lo prefabricado.

Bien es cierto que la constitución de una oficina no reside exclusivamente en su mobiliario, sino que los empleados deben dar un paso adelante y modificar sus hábitos con el objetivo de preservar la sostenibilidad en la oficina. En este sentido, las tres erres del ecologismo entran a escena –reducir, reciclar y reutilizar– como los tres pilares fundamentales para el respaldo de unas oficinas que apuestan por el bienestar, el confort y el equilibrio entre la vida laboral y personal de los empleados.